Questões de Espanhol - UECE 2009 | Gabarito e resoluções

(UECE - 2009) Manuel Sicuri, indio aimar, era de corazn ingenuo como un nio; y de no haber sido as no se habran dado los hechos que le llevaron a la 1crcel en La Paz. Adems, poda seguir las huellas de un hombre 3hasta en las ptreas vertientes de los Andes. El factor importante, en esta historia, es que el cholo Jacinto Muiz 7tuvo que huir del Per y entrar en Bolivia por el Desaguadero, lo cual le llev a irse corriendo, como un animal asustado, por el confn del altiplano, obsedido por la visin de un 2paisaje que le daba la impresin de no avanzar jams. Jacinto Muiz fue perseguido de manera implacable, primero en el Per, y despus por los carabineros de Bolivia que reciban de tarde en tarde noticias de su paso por las desoladas aldeas de la Puna. Jacinto Muiz no podia liberarse de esa persecucin, pues haba robado las joyas de una iglesia, y eso no se lo perdonaran ni en el Per ni en Bolivia; y para fatalidad suya era fcil de identificar porque tena uma cicatriz en la 10frente. Cuando lleg a la choza del indio Manuel Sicuri, Jacinto Muiz cont que sa era la huella de una cada. Regresemos un poco al pasado. Uno de esos atardeceres, cuando la luz de julio en el altiplano era limpia y el aire cortante, los perros de Manuel Sicuri comenzaron a ladrar. Ladraban insistentemente, pero no a la manera en que lo hacan cuando corran 4tras una oveja o cuando 14algn 13cndor volaba sobre el lugar, dejando su sombra en la tierra, sino que sus ladridos eran de sorpresa y 11clera. Entonces Manuel fue a ver lo que pasaba. Dio la vuelta a la casa y al corral. All, a la distancia, hacia la cada del sol, se veia avanzar un hombre. Este hombre era Jacinto Muiz. Por primera vez en 15mucho tiempo apareca por all un ser humano. se haca esfuerzos para caminar, lo cual comentaron Manuel y su mujer. De haber sido un conocido, o siquiera un indio como ellos, que usara sus ropas y tuviera su aspecto, Manuel hubiera corrido a darle encuentro y tal vez a ayudarle. Pero era un extrao y 5nadie saba qu le llevaba a tan desolado sitio a esta hora. Lo mejor sera esperar. Cuando 8estuvo a cincuenta pasos, el hombre salud en aimar, si bien notaba que no era su lengua. Manuel se le acerc poco a poco. Mara espant los perros con pedruscos y pudo or a los dos hombres hablar. El forastero explic que se haba perdido y que se senta muy enfermo; dijo que tena sed y 16hambre y que queria dormir. Su ropa estaba cubierta de 17polvo y su escasa 12barba muy crecida. Pidi que le dejaran descansar esa noche, y antes de que su marido respondiera Mara 9dijo que en la vivienda no haba dnde. 18Aunque hablaba aimar se apreciaba a simple vista que ese hombre no era de su raza ni tena nada en comn con ellos; pero su instinto de mujer le deca que haba algo siniestro y perverso en su rostro. Manuel, 6sin embargo, no era como su mujer; l era confiado, de corazn ingenuo, y saba que muchas veces Nuestro Seor se disfrazaba de caminante y sala a pedir posada; eso haba ocurrido siempre, desde que Dios haba resucitado, y debido a ello era un gran pecado negar hospitalidad a quien la pidiera. En suma, aquella noche el cholo peruano Jacinto Muiz, prfugo de la justicia en dos pases, durmi sobre pieles de oveja en la choza de Manuel Sicuri. BOSCH, Juan. Cuentos Ms que Completos. Per: Alfaguara, 2001, pp. 240-244. Texto adaptado. El sustantivo HAMBRE (ref. 16) es precedido del artculo definido EL (ejemplo: Era enorme el hambre que estaba sintiendo)

(UECE 2009/ adaptada) Por primera vez en mucho tiempo Identifique la frase en que se debe escribirmuyen lugar demucho

(UECE - 2009) Manuel Sicuri, indio aimar, era de corazn ingenuo como un nio; y de no haber sido as no se habran dado los hechos que le llevaron a la 1crcel en La Paz. Adems, poda seguir las huellas de un hombre 3hasta en las ptreas vertientes de los Andes. El factor importante, en esta historia, es que el cholo Jacinto Muiz 7tuvo que huir del Per y entrar en Bolivia por el Desaguadero, lo cual le llev a irse corriendo, como un animal asustado, por el confn del altiplano, obsedido por la visin de un 2paisaje que le daba la impresin de no avanzar jams. Jacinto Muiz fue perseguido de manera implacable, primero en el Per, y despus por los carabineros de Bolivia que reciban de tarde en tarde noticias de su paso por las desoladas aldeas de la Puna. Jacinto Muiz no podia liberarse de esa persecucin, pues haba robado las joyas de una iglesia, y eso no se lo perdonaran ni en el Per ni en Bolivia; y para fatalidad suya era fcil de identificar porque tena uma cicatriz en la 10frente. Cuando lleg a la choza del indio Manuel Sicuri, Jacinto Muiz cont que sa era la huella de una cada. Regresemos un poco al pasado. Uno de esos atardeceres, cuando la luz de julio en el altiplano era limpia y el aire cortante, los perros de Manuel Sicuri comenzaron a ladrar. Ladraban insistentemente, pero no a la manera en que lo hacan cuando corran 4tras una oveja o cuando 14algn 13cndor volaba sobre el lugar, dejando su sombra en la tierra, sino que sus ladridos eran de sorpresa y 11clera. Entonces Manuel fue a ver lo que pasaba. Dio la vuelta a la casa y al corral. All, a la distancia, hacia la cada del sol, se veia avanzar un hombre. Este hombre era Jacinto Muiz. Por primera vez en 15mucho tiempo apareca por all un ser humano. se haca esfuerzos para caminar, lo cual comentaron Manuel y su mujer. De haber sido un conocido, o siquiera un indio como ellos, que usara sus ropas y tuviera su aspecto, Manuel hubiera corrido a darle encuentro y tal vez a ayudarle. Pero era un extrao y 5nadie saba qu le llevaba a tan desolado sitio a esta hora. Lo mejor sera esperar. Cuando 8estuvo a cincuenta pasos, el hombre salud en aimar, si bien notaba que no era su lengua. Manuel se le acerc poco a poco. Mara espant los perros con pedruscos y pudo or a los dos hombres hablar. El forastero explic que se haba perdido y que se senta muy enfermo; dijo que tena sed y 16hambre y que queria dormir. Su ropa estaba cubierta de 17polvo y su escasa 12barba muy crecida. Pidi que le dejaran descansar esa noche, y antes de que su marido respondiera Mara 9dijo que en la vivienda no haba dnde. 18Aunque hablaba aimar se apreciaba a simple vista que ese hombre no era de su raza ni tena nada en comn con ellos; pero su instinto de mujer le deca que haba algo siniestro y perverso en su rostro. Manuel, 6sin embargo, no era como su mujer; l era confiado, de corazn ingenuo, y saba que muchas veces Nuestro Seor se disfrazaba de caminante y sala a pedir posada; eso haba ocurrido siempre, desde que Dios haba resucitado, y debido a ello era un gran pecado negar hospitalidad a quien la pidiera. En suma, aquella noche el cholo peruano Jacinto Muiz, prfugo de la justicia en dos pases, durmi sobre pieles de oveja en la choza de Manuel Sicuri. BOSCH, Juan. Cuentos Ms que Completos. Per: Alfaguara, 2001, pp. 240-244. Texto adaptado. Tal y como el sustantivo POLVO (ref. 17), son heterosemnticos o seudoequivalentes en relacin con el portugus (falsos amigos):

(UECE - 2009) Estamos en la vida por un 1rato que no sabemos cunto dura y para peor, nos toca averiguar el motivo de la visita. Unos quieren ser alguien, otros quieren hacer algo, hacer algo con su vida. Por esa razn, al pasar por all hay que hacerlo lo mejor posible: obtener reconocimiento, trascendencia, posicin, felicidad, realizacin, lo que escojamos, pero hay que hacer uso de nuestra libertad para lograrlo, sin olvidar que lo que llamamos xito depende en mucho de los dems. Toda profesin es, 2a la vez, cooperacin y competencia. Inclusive, no basta trabajar ms que los dems, porque la vida se marchita 3mientras trabajamos muchas veces en cuestiones irrelevantes que se llevan horas de disfrute a cambio de tareas que sern improductivas en un alto porcentaje. La conclusin es que en la vida hay que seleccionar cuidadosamente lo escaso que produce mucho, sea que se trate de felicidad, de trabajo, de amigos, de tiempo, de todo lo que existe, con el objeto de establecer prioridades. Cuando uno es joven tiene tiempo para todo, en la medida en que est aprendiendo y puede perderlo al no ser selectivo, mientras adquiere experiencia. Y aunque no es cierto, al menos es justificable. Es decir, hay que aprender 4temprano a definir la calidad de los eventos para no tener que lamentarse por el tiempo que se pierde si no somos conscientes de que todo se paga con nuestra vida. Por eso hay posibilidad de hacer demasiadas cosas y 5apenas hay tiempo para hacer muy pocas cosas bien y alguna excepcional: requieren tiempo, por eso para ser bueno en algo hay que hacerlo muy bien. El xito produce confianza y est donde uno lo encuentra y comienza con la aceptacin de que podemos cambiar y debemos estar preparados para ello; de ah que sea importante ser crtico con uno mismo siempre y cuando seamos justos con los dems y no slo crticos de los dems. Por ms que estudiemos, siempre trabajaremos en algo para lo cual no hemos estudiado, al menos en forma directa. 6Sin embargo, estudiar es siempre la gran ventaja. BARRIONUEVO, Leopoldo. El Diario de Negocios. La Repblica Peruana, 24 de agosto de 208, p. 15 Indique los vocablos que, tal y como el trmino rato (ref. 1), son falsos amigos, o sea, divergen del portugus en el significado.