(UFPB - 2012)
Una buena compra Jacobo entra a la sedería de su amigo Ismael, luego de muchos años sin verse.
— ¡Jacobo, qué alegría me da tu visita! ¿En qué andas?
— Estoy dedicado a la venta de elefantes.
— ¿Elefantes? ¿Y ya has vendido alguno?
— Por supuesto – responde Jacobo-. Los tengo muy baratos. Te vendo uno. Sólo cuesta cinco mil dólares.
— Por favor, Jacobo. ¿Cómo voy a comprar un elefante? Yo vendo sedas.
— Es muy barato. A ti te lo dejo en cuatro mil dólares.
— Ni sueñes que te voy a comprar un elefante. Mira, esto es una casa de telas.
— Último precio, Ismael: tres mil dólares.
— No, no y no. Estás loco, Jacobo.
— No te pierdas la oportunidad. ¿Dos mil dólares?
— No, por favor…
— ¿Mil dólares? Es una ganga.
— No.
— Ismael, yo pierdo plata, pero quiero hacer la venta. Por quinientos dólares el elefante es tuyo.
— Es barato, sí, pero, ¿un elefante acá, en el local? Ni lo pienses.
— Escucha este precio, que es de no creer: trescientos cincuenta dólares.
— ¿Trescientos cincuenta?
— Sí, trescientos cincuenta y te lo dejo.
— Ismael lo mira en silencio.
— Bueno, mándame tres.
PARISSI, Julio César. El gran libro de los chistes: selección del mejor humor de todo el mundo. Buenos Aires: El Ateneo, 2008. p. 69
La palabra “esto” destacada en el texto se refiere
al elefante.
a la compra.
al precio.
a la tienda.
a Ismael.