(PUC-RS - 2016)
“Cuanto más listo es tu móvil más tonto te vuelves tú”. Cada mañana leo este lema sobre una pintada en un muro enfrente de mi terraza. A veces me pregunto si se trata de una ocurrencia panfletaria más. _______, lo cierto es que lo primero que oigo al comenzar el día es el despertador de mi móvil; lo primero que miro no
es mi rostro cansado en un espejo, sino la pantalla de 5,7 pulgadas de mi smartphone para leer los 1mensajes nocturnos o los más madrugadores. Visito a continuación las webs de noticias _______ tomo café. Y ya no suelto el aparato en todo el día, porque me hace de guía cuando me subo en el coche, me recuerda mis citas, me recomienda donde puedo comer o comprar, me permite ocupar el tiempo con algún juego en los tiempos muertos, me permite comunicarme a través del WhatsApp, sin el atosigamiento del contacto personal con mis compañeros de trabajo, mis amigos o mi familia… Y, de vez en cuando,
_______ hago alguna llamada.
La venta de móviles superará este año, en ingresos y unidades, al conjunto de ventas de PC, televisores, tabletas y consolas. El smartphone es el artilugio universal. Cada año se venden 1.000 millones, desplazando a los terminales tontos, los que solo sirven poco más que para llamar y enviar mensajes.
La gente se identifica con su móvil. Preferimos extraviar las llaves del piso o la cartera antes que nuestro móvil. A la gente le chifla ahora su móvil, depende de él, una adicción que nos enclaustra en una burbuja de silencio, de apartamiento monacal, de ensimismamiento. Incluso se ha inventado la palabra “nomofobia” para designar el pánico que sentimos a salir de casa sin el móvil en el bolsillo. Usamos la pantalla de nuestro smartphone para filtrar el mundo exterior y buscar la felicidad, un tamiz a nuestra medida.
El smartphone ha sustituido a cualquier otro sol como centro del universo sociológico: organiza nuestra vida social y nos sirve de filtro frente al mundo. Sin embargo, es la navaja suiza de nuestro tiempo. Sus pantallas se abren, se desdoblan y se convierten en otros aparatos – GPS, cámara fotográfica, vídeo, radio, mp3, televisor – a los que arrumba al olvido. Y hay quienes piensan, como el autor del grafiti del muro de enfrente de mi casa, que alguna vez también sustituirán a nuestro cerebro.
http://tecnologia.elpais.com/tecnologia/2015/08/20/actualidad/1440070380_536541.html (El País, Ramón Muñoz, 2015, adaptado).
La alternativa que presenta tres palabras que tienen el mismo género de “mensajes” (referencia 1) es
árboles – imágenes – cárceles
narices – legumbres – costumbres
carruajes – leches – lenguajes
dolores – pétalos – colores
labores – tatuajes – equipajes