(UEL - 2019)
La socialización del todo
¿Qué tan libres somos para opinar en las redes sociales? Cada vez que hacemos pública una opinión, nos exponemos a ser juzgados por los principios de lo políticamente correcto.
La nueva sensación de Internet se llama Sarahah. Consiste en una red social que incita a ser totalmente honestos con los amigos o compañeros de trabajo, ya que nos anima a hacer preguntas o comentarios en los perfiles de los demás, diciendo lo que realmente pensamos o sentimos de los demás, aunque de manera anónima, es decir, quien recibe el comentario, jamás se enterará de quién lo escribió.
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Esta necesidad de socializar digitalmente nuestra vida tiene varios efectos que van más allá, incluso, de nuestras relaciones electrónicas más cercanas. La razón es que se ha empezado a crear un sistema ético que empieza a regular lo que compartimos digitalmente en términos de lo políticamente correcto en combinación con la libertad de expresión ad infinitum, que nos permite opinar sobre el comportamiento de los demás y juzgarlos sumariamente sin consideraciones.
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Ello nos hace preguntarnos si de verdad en el mundo digital podemos expresarnos de forma libre, puesto que, si empezamos a limitar nuestras opiniones porque pueden ser ofensivas para un grupo en particular, entonces estamos siendo víctimas de una espiral del silencio digital. La ética de la vida digital es sumamente rígida y no perdona la disidencia. Y en cierta medida, todos nos hemos convertido en una especie de guardianes de dichos principios cada vez que detectamos un comportamiento que roza lo moralmente permitido.
Es el problema de la socialización del todo: si hacemos público lo privado, nos exponemos a ser juzgados con principios “universales”. No sabemos cuánto tiempo durará el furor de Sarahah, puede que sean un par de semanas, meses o años, sin embargo, llama la atención que una aplicación nos llame a ser honestos en tiempos en que la corrección política se ha metido hasta la última fibra de nuestra presencia digital.
Adaptado de www.forbes.com.mx
Assinale a alternativa em que o artigo "lo" exerce, por si só, a função de pronome complemento de objeto direto na frase.
diciendo lo que realmente pensamos
jamás se enterará de quién lo escribió.
si hacemos público lo privado
empieza a regular lo que compartimos
roza lo moralmente permitido.